Leí con mi hija Harry Potter y la piedra filosofal


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Escrito por J.K. Rowling y publicado por primera vez en 1997, Harry Potter y la piedra filosofal marcó el inicio de una de las sagas literarias más influyentes de la historia reciente, por el carisma de sus personajes y lo fantástico de sus aventuras. Puede parecer extraño escribir una reseña de este libro en 2025, pero lo cierto es que fue hasta ahora que lo leí. Sí; después de haber visto todas las películas y de que el fenómeno cultural que representó Harry Potter se fuera diluyendo tras sus días de mayor auge en los últimos años.

Sin embargo, hay una nueva generación que aún no conoce a Harry Potter, y entre ellos está mi hija. Decidimos leer el libro juntos, alternándonos las páginas: una leída por ella y otra por mí, con la firme promesa de no ver la película hasta que termináramos la historia.

Leerlo en voz alta permitió redescubrir detalles que las películas pasaron por alto: la magia más sutil de las descripciones, el encanto de los personajes secundarios y la forma en que Rowling teje su mundo mágico con una mezcla de calidez y asombro. Vemos a Harry no solo como el joven héroe destinado a grandes cosas, sino como un niño que, después de años de soledad y maltrato, finalmente encuentra un hogar en Hogwarts.

La experiencia compartida con mi hija añadió una dimensión especial. Sus preguntas y reacciones a los giros de la trama me recordaron lo maravilloso que es sumergirse por primera vez en una historia llena de magia, valentía y amistad. En múltiples ocasiones, el ambiente escolar del libro, le permitió hacer comparaciones con su escuela, las relaciones con sus compañeros, y me brindó a mi la oportunidad de saber más sobre ella y su vida en la escuela. También me permitió enfatizar en nuestras conversaciones, la forma en la que los niños del libro organizaron un plan para develar el misterio de la trama, en el que cada uno a través de investigación, uso de lo que aprendieron en la escuela, y confianza en las fortalezas de cada uno, al final logran el objetivo.

Ahora, con el libro terminado, estamos emocionados por ver juntos la película, y para mi hija lo más esperado es ver como vuelan en sus escobas y juegan al Quidditch. Además, ya tenemos a mano el segundo libro de la serie y aunque ya se todo lo que va a pasar de seguro me va a gustar responder a las preguntas de mi hija, y comenzar a llamar al villano por su nombre, pues en palabras de Dumbledore "el miedo a un nombre aumenta el miedo a la cosa que no se nombra".

¿Quieres incentivar en tus hijos la lectura? este es un libro ideal para empezar.

Hasta la próxima...

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